LA FELICIDAD
Autor: Juan Miguel Fernandez Muñoz
(Madrid, /España)
"La felicidad en su concepto espírita no siempre coincide com la idea que de ella tienen generalmente las personas.
Hay sujetos que vivem y se preocupan expresamente por ser felices tratando siempre de conseguir el máximo bienestar y caen más tarde en la desdicha provocada por el desánimo.
Existen seres que lucham por destacarse profesionalmente, considerando que ésta seria una manera de sentirse dichosos, pero cuando consiguem lo que anhelaban se confiesan desafortunados al experimentar que son incapaces para desempeñar la tarea que se les encomendó.
A las mesas abundantes acuden aquellos felices que adquierem enfermedades por los excesos gastronômicos a los que se aficionaron. Al tiempo que hay descichados que padecen por la carencia de lo más primordial para la subsistencia, pero sacan provecho de las lecciones que la vida puso en sus caminos y conquistam así los tesoros de los valores perdurables, los únicos que nos podremos llevar al otro lado de la vida física cuando ésta se apague.
Nos encontramos también con los felices de la salud que, abusando de sua fortaleza corporal, son sorprendidos por una desencarnación prematura. Así como hallamos a los desdichados por la enfermedad que, por los cuidados que prestan a sus cuerpos, alcanzan a vivir una larga existencia.
En todos los lugares observamos contrastes que nos aleccionam. Circunstancias felices transmitem muchas veces grandes tormentos em el futuro por no haver sabido utilizar con criterio los momentos favorables que nos fueron concedidos.
Aqui y allá surgen, unnumerables veces, los felices-desdichados que se arrojan en los despropósitos y los desdichados-felices que se elevan con las dificuldades de las pruebas a las que son sometidos.
Apliquemos el entendimiento espírita a los acontecimientos y verificaremos que los felices y los desdichados no están calificados así por el bienestar o la escasez que los rodea exteriormente:
Son y serán siempre aquellos que, en cualquier situación, construyem la felicidad o la desdicha de los demás, puesto que las leyes de la vida, según la enseñanza de la Filosofia Espírita, determinan que el hombre sea puesto a prueba por el hombre y señalan, además, que la felicidad o la desdicha provocadas por alguien en los caminos ajenos, ellas vuelven, rigurosamente, hacia quien las ocasionó."
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